La deslocalización de la atención sanitaria: la medicina del futuro no estará dentro del hospital, sino allí donde quiera que nos encontremos.
La inteligencia artificial está transformando la práctica clínica tal y como la conocemos. La sanidad tradicional, centrada en hospitales como epicentro de la asistencia, lo que he denominado en otras ocasiones como «modelo hospitalocéntrico», ha sido históricamente reactiva; se atiende al paciente cuando los síntomas aparecen y las enfermedades se instancian.
Sin embargo, estamos a las puertas de una transformación estructural, donde la sanidad será proactiva y predictiva, gracias a la prognosis que permiten los sistemas de sensorización-actuación, monitorización remota y los algoritmos de IA capaces de anticipar patologías mucho antes de que se manifiesten.
Este cambio será disruptivo en tres niveles clave:
🔹 Paciente 🙋♂️ 🙋♀️: La prevención alcanzará un nuevo nivel. Ya no esperaremos a que aparezcan los síntomas, sino que detectaremos alteraciones fisiopatológicas o anatómicas en tiempo real, permitiendo intervenciones tempranas y tratamientos más efectivos. Pacientes con enfermedades crónicas recibirán alertas y ajustes terapéuticos sin necesidad de acudir físicamente a consulta.
🔹 Organizaciones sanitarias 🏢: Los hospitales y centros de salud dejarán de ser el embudo del sistema. Con la monitorización remota se podrán descongestionar los canales asistenciales, reduciendo la presión sobre urgencias y consultas. Esto no solo mejorará la calidad asistencial, sino que generará ahorros significativos, ya que abordar una enfermedad en su fase inicial es mucho menos costoso que tratarla en estadios avanzados.
🔹 Profesionales sanitarios 👨⚕️: La IA no sustituirá a los médicos, pero les dotará de lo que considero como «capacidades extendidas», permitiéndoles atender a grandes capas de población con menor esfuerzo. Eso sí, el rol del clínico evolucionará: aparecerán nuevas especializaciones híbridas en tecnologías remotas y algoritmos predictivos, pero se reducirá la necesidad de profesionales en áreas como Atención Primaria y ciertas especialidades.
💡 En lugar de ver esto como una amenaza, debemos entenderlo como una solución eficaz frente a la escasez de médicos que enfrentará nuestro sistema en los próximos años.
El reto no consiste en retrasar lo inevitable, sino en buscar la ayuda de expertos que puedan evaluar qué tecnologías ofrecen resultados seguros y eficientes, y cuáles, de entre la montaña de soluciones que ofrecerá el mercado, no sirven para nada, más allá de saturar el cerebro del personal clínico.
Expertos que tenemos la obligación, además de lo anterior, de acompañar y formar, tanto al personal asistencial, como de gestión, para entender cómo funcionan estas tecnologías y cómo se deben integrar en la práctica cotidiana.
🚀 ¿Estamos preparados para ello?
Datos sobre el autor: DAVID LENTISCO
CEO Lentisco Alentto